En el Concilio de Constantinopla del año 381 se promulga un edicto que se considera como la muerte del arrianismo. Este , sin embargo, había calado con fuerza en algunos pueblos germánicos. El protagonismo de los obispos orientales en este concilio se suele asumir como el primer momento de ruptura con Roma.
Un año antes, en el 380, Teodosio decretó el edicto de Tesalónica. Con este edicto, Teodosio declaró que el cristianismo niceno (católico) sería la religión oficial del Imperio romano.

Las diferencias entre credo nicénico y arriano se encontraron en el Concilio de Nicea del año 325. Convocado bajo el mandato de Constantino, supuso una confrontación de ideas entre diferentes formas de ver y entender la fé cristiana. En aquel entonces la religión se tomaba mucho más en serio y las nuevas religiones creaban facciones de seguidores radicales e intolerantes con el resto de creencias.
Décadas de enfrentamiento de ideas sin llegar a entenderse desembocaron en un edicto en el concilio de Constantinopla que divorcia casi definitivamente a los dos credos y condena al arrianismo. Sin embargo el arrianismo cala hondo en los pueblos germánicos que irán penetrando poco a poco en el interior del imperio romano. Irán adquiriendo y asimilando costumbres romanas en detrimento de las suyas. Son pueblos que se adaptan para progresar y sobrevivir pero no renunciarán en un principio a su fé arriana porque eso les diferenciaba de los romanos y de los demás pueblos con los que se iban encontrando.
Siglos y siglos manteniendo diferencias sin llegar a entendimientos a pesar que el arrianismo llegó a desaparecer ya que éste derivó en la nueva fé cristiana que se instaló definitivamente en el Este del imperio romano. Esta nueva rama del cristianismo fue la Ortodoxia.
El fé católica y la fé ortodoxa rompieron relaciones en el año 1054 DC cuando ambos mandatarios de dichas ramas del cristianismo se excomulgaron mutuamente, produciéndose así el Cisma de Occidente y Oriente. Y siglos después surgieron otras ramas del cristianismo, como el anglicanismo y el protestantismo.
Hasta incluida la Edad Media, la sociedad vivía la religión de manera mucha mas vehemente y activa. A diferencia de ahora, que nuestras necesidades están cubiertas en gran medida y la religión pasa a un segundo plano. Las religiones se enfrentaban entre ellas tanto en ideas como haciendo uso de la fuerza para dilucidar quién tenía razón en un tema que era extremadamente serio en aquel entonces. Se mataba en nombre de la religión como consecuencia de la intolerancia a lo diferente porque veían en aquel entonces peligro real en sus vidas. Otra veces, claro está, la religión era un pretexto para ejercer el poder político, social o económico.
Para una inmensa mayoría de la gente tener fé en algo superior suponía tener mucho ganado en esta vida y por supuesto en la otra. Los dioses se hacían reales o creíamos que se hacían reales en nuestro día a día y nos ayudaban a llevar una vida mejor . Por lo tanto, si alguien nos decía lo contrario o nos intentaban imponer su fé o cambiar algo la nuestra, era difícil ser tolerante.
Hay que estudiar y entender la vida dentro del contexto que la rodea. Imaginando cómo viviríamos nosotros en esas mismas circunstancias. Entender y ser tolerantes para después criticar y aprender.